Los investigadores desarrollan una herramienta para evaluar el impacto de los alimentos ultraprocesados

Científicos del Instituto Fralin de Investigación Biomédica del VTC han desarrollado una novedosa herramienta para evaluar las propiedades gratificantes y reforzantes de los alimentos, centrándose en los ultraprocesados, que representan el 58% de las calorías consumidas en Estados Unidos. El sitio estudiarpublicado en abril en la revista Appetite, presenta un conjunto de imágenes meticulosamente seleccionadas de alimentos mínimamente procesados y ultraprocesados, comparados en función de 26 características, como macronutrientes, sodio, fibra dietética, calorías, precio y atributos visuales.

La investigación se basa en el sistema de clasificación NOVA, desarrollado por investigadores en nutrición de la Universidad de São Paulo (Brasil). NOVA clasifica los alimentos en cuatro grupos en función de su nivel de procesado: sin procesar o mínimamente procesados, ingredientes culinarios procesados, alimentos procesados y alimentos ultraprocesados. A pesar de las críticas sobre su utilidad y coherencia, el estudio halló un acuerdo general entre personas con formación en nutrición sobre las clasificaciones de los alimentos, lo que sugiere que las críticas pueden no ser del todo válidas.


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Para crear el conjunto de imágenes, un equipo de psicólogos, neurocientíficos y dietistas seleccionó alimentos que representaban los dos extremos de procesamiento. Estos alimentos se fotografiaron profesionalmente y se controló su consistencia, recopilándose información detallada sobre su precio, peso y contenido nutricional. A continuación, los participantes en el estudio puntuaron las imágenes, lo que dio como resultado un conjunto final de 28 imágenes que coincidían en 26 características. Además, 67 profesionales de la nutrición clasificaron los alimentos para garantizar la exactitud de la categorización NOVA.

La importancia de esta investigación radica en la relación entre los alimentos ultraprocesados y diversos problemas de salud como la obesidad, la diabetes de tipo 2, las cardiopatías y el cáncer. Estos alimentos constituyen una parte sustancial de la dieta en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. La nueva herramienta pretende mejorar la investigación experimental sobre los alimentos ultraprocesados proporcionando un método fiable para medir sus efectos.

El equipo de Virginia Tech ha puesto a disposición las imágenes y los datos a través del Virginia Tech Data Repository. En el laboratorio de DiFeliceantonio, estas imágenes se utilizan con resonancia magnética funcional para estudiar la actividad cerebral relacionada con el procesamiento de alimentos. Este estudio ha recibido financiación de la National Science Foundation, los National Institutes of Health y el Seale Innovation Fund, lo que permitirá seguir investigando cómo procesa el cerebro la disponibilidad de nutrientes y las preferencias alimentarias.

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