Optimizar las cadenas de frío podría reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos y disminuir las emisiones en 41%, según un estudio

Un estudio reciente de la Universidad de Michigan estudiar revela que casi la mitad del desperdicio mundial de alimentos, aproximadamente 620 millones de toneladas métricas, podría evitarse mediante cadenas de suministro de alimentos totalmente refrigeradas, o "cadenas de frío". Publicado en Environmental Research Letters, el estudio destaca que las cadenas de frío podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el desperdicio de alimentos en 41% en todo el mundo.
Es posible lograr reducciones significativas en el África subsahariana y en el sur y sureste de Asia, donde la refrigeración optimizada podría disminuir las pérdidas de alimentos en 47% y 45%, respectivamente, y reducir las emisiones en 66% y 54%. El autor principal, Aaron Friedman-Heiman, estudiante de máster en la UM, destacó la gran oportunidad de reducir los 1.300 millones de toneladas anuales de alimentos desperdiciados mediante la optimización de la cadena de suministro.
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El estudio, del que es coautora la profesora Shelie Miller, se centra en las pérdidas de alimentos desde después de la cosecha hasta la venta al por menor, excluyendo las pérdidas en la granja y en el hogar, y tiene en cuenta las emisiones procedentes de la producción de alimentos, pero no de la refrigeración. Financiado en parte por Carrier Global Corp, el estudio revela que las mayores mejoras pueden lograrse en las economías menos industrializadas optimizando la cadena de suministro desde la granja hasta el consumidor. En cambio, en Norteamérica y Europa, la mayor parte de las pérdidas de alimentos se producen en los hogares.
La investigación subraya la importancia de reducir las pérdidas de alimentos relacionadas con la carne, debido a la elevada intensidad de gases de efecto invernadero de su producción. El estudio también constata que los sistemas localizados "de la granja a la mesa" producen menos pérdidas de alimentos que las cadenas de frío mundiales optimizadas, lo que pone de relieve el valor de apoyar los sistemas alimentarios locales.
Los investigadores desarrollaron una herramienta de estimación de la pérdida de alimentos para evaluar el impacto de la mejora del acceso a la cadena de frío en la pérdida de alimentos y las emisiones de siete tipos de alimentos en siete regiones. Su análisis muestra que una infraestructura de refrigeración optimizada podría reducir la pérdida mundial de alimentos en hasta 620 millones de toneladas métricas al año, con una reducción de emisiones equivalente a 28% de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de Estados Unidos.
El estudio subraya la necesidad de tomar decisiones de inversión estratégicas para maximizar los resultados, con diferentes prioridades para la erradicación del hambre y la acción por el clima. En general, la investigación destaca el potencial de la optimización de la cadena de frío para reducir significativamente el desperdicio mundial de alimentos y su impacto medioambiental.
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