Ecuador y Uruguay combatirán la contaminación y los efectos tóxicos de la agricultura
En un esfuerzo concertado por atajar el omnipresente problema de la contaminación agrícola, los gobiernos de Ecuador, India, Kenia, Laos, Filipinas, Uruguay y Vietnam se han unido para lanzar una importante iniciativa de $379 millones de dólares. Esta iniciativa pretende hacer frente a los riesgos medioambientales y sanitarios que plantea el uso extensivo de pesticidas y plásticos en la agricultura.
Productos químicos como los plaguicidas y los plásticos agrícolas forman parte integrante de las prácticas agrícolas modernas y contribuyen significativamente a la producción de alimentos. Sin embargo, la alarmante escala de su uso -cerca de 4.000 millones de toneladas de pesticidas y 12.000 millones de kilogramos de plásticos agrícolas al año- conlleva importantes consecuencias.
No se puede subestimar el impacto perjudicial de estos productos químicos sobre la salud humana y el medio ambiente. Cada año se pierden unas 11.000 vidas debido a los efectos tóxicos de los pesticidas, mientras que los residuos químicos degradan los ecosistemas, comprometen la salud del suelo y reducen la resistencia de los agricultores al cambio climático. Además, la quema de plásticos agrícolas agrava la crisis mundial de contaminación atmosférica, contribuyendo a una de cada nueve muertes en todo el mundo.
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Especialmente preocupantes son los plaguicidas altamente peligrosos y los plásticos agrícolas mal gestionados, que liberan contaminantes orgánicos persistentes (COP) tóxicos. Estas sustancias químicas persisten en el medio ambiente, contaminando el aire, el agua y los alimentos. A pesar de sus efectos adversos, estos insumos siguen siendo populares debido a su menor coste en comparación con las alternativas sostenibles, lo que supone un reto importante para fomentar la adopción generalizada de mejores prácticas.
El Programa de Financiación para la Reducción y Gestión de los Productos Agroquímicos (FARM), liderado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) con el respaldo financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), pretende hacer frente a estos retos. En un periodo de cinco años, FARM pretende evitar la liberación de más de 51.000 toneladas de pesticidas peligrosos y más de 20.000 toneladas de residuos plásticos. Además, prevé evitar la emisión de 35.000 toneladas de dióxido de carbono y proteger más de 3 millones de hectáreas de tierras de la degradación a medida que las explotaciones agrícolas vayan adoptando alternativas de bajo contenido químico y sin productos químicos.
Anil Sookdeo, Coordinador de Productos Químicos del FMAM, subraya la importancia de abandonar los productos químicos nocivos: "Nuestro sistema agrícola actual depende de productos químicos nocivos, pero esto no es necesario. FARM ofrece un poderoso modelo alternativo, dotando a los agricultores de los conocimientos y recursos necesarios para la transición a prácticas sostenibles que salvaguardan nuestra salud y el medio ambiente y también aumentan los rendimientos y los beneficios."
Para alcanzar sus objetivos, el programa FARM abogará por una normativa gubernamental que elimine progresivamente los productos agroquímicos y los agroplásticos que contienen COP, al tiempo que promoverá mejores normas de gestión. Además, trabajará para mejorar los criterios bancarios, de seguros y de inversión para facilitar la adopción de un control eficaz de las plagas, alternativas de producción y el comercio de productos sostenibles.
Sheila Aggarwal-Khan, Directora de la División de Industria y Economía del PNUMA, subraya la necesidad de adoptar alternativas más seguras a los plaguicidas altamente peligrosos: "La productividad y la seguridad alimentarias dependen de la identificación de mejores prácticas y alternativas más seguras a los plaguicidas altamente peligrosos. La adopción es clave para ampliar estas alternativas. No hay otra opción real que una respuesta enérgica y coordinada a la crisis de la contaminación".
El acto de presentación del programa FARM reunió a representantes de los siete países participantes, junto con más de 100 socios y partes interesadas directamente implicadas en la iniciativa. Este esfuerzo de colaboración supone un paso importante en la lucha contra la contaminación agrícola, fomentando un sistema alimentario más equitativo y resistente.
El Programa de Financiación para la Reducción y Gestión de los Productos Agroquímicos (FARM) cuenta con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y el Banco Africano de Desarrollo. Representa un esfuerzo vital en la lucha mundial contra la contaminación agrícola y sienta un precedente de acción concertada para salvaguardar el medio ambiente y la salud pública.
(imagen: PNUMA/Pixabay)
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