Aumenta el hambre en el mundo: el Director General de la FAO subraya los compromisos políticos y sociales para la seguridad alimentaria

El hambre en el mundo sigue una alarmante tendencia al alza, que exige un firme compromiso político y social, además de medidas de política económica, según QU Dongyu, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). En su intervención en el Examen Global de la Ayuda para el Comercio organizado por la Organización Mundial del Comercio en Ginebra, Qu subrayó la importancia de las prácticas comerciales justas para promover un crecimiento inclusivo y equitativo.

Durante una mesa redonda de alto nivel con Luc Magloire Mbarga Atangana, Ministro de Comercio de Camerún, Mathieu Guibolo Fanaa, Ministro de Comercio e Industria de Chad, y otros expertos, Qu destacó la necesidad de políticas comerciales complementarias para potenciar los objetivos mundiales de seguridad alimentaria. Atangana subrayó que alimentar al mundo es un reto de seguridad, y abogó por normas claras y vinculantes para apoyar a las naciones en desarrollo. Subrayó que las iniciativas de Ayuda para el Comercio deberían centrarse en mejorar la capacidad de suministro y el desarrollo de la producción.

Fanaa pidió que se dé prioridad a la seguridad alimentaria en el marco de la OMC, subrayando la necesidad de aumentar la producción agrícola en África y de establecer condiciones equitativas en los mercados internacionales. La seguridad alimentaria y el comercio agrícola fueron temas clave en las sesiones de trabajo de la conferencia de tres días, con la participación activa de funcionarios de la FAO.

Qu presentó cinco sugerencias para hacer frente a la inseguridad alimentaria mundial, señalando que las previsiones de la FAO predicen cerca de 600 millones de personas crónicamente desnutridas para 2030. Sus recomendaciones incluían:

1. Invertir en infraestructuras rurales: Mejorar el acceso de los pequeños agricultores a los mercados mediante inversiones en banda ancha, servicios financieros, carreteras e instalaciones de almacenamiento.
2. Investigación, desarrollo e innovación: Reforzar la resistencia y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios reduciendo al mismo tiempo las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentando la gestión sostenible del agua.
3. Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos: Aplicación de medidas para minimizar el desperdicio de alimentos.
4. Centrarse en los pequeños agricultores y las poblaciones vulnerables: Priorizar el apoyo a estos grupos para alcanzar los objetivos anteriores.
5. Colaboración y gobernanza mundiales: Mejorar la cooperación y la gobernanza para lograr un mundo sostenible y con seguridad alimentaria.

"Tenemos que cuidar de nuestro planeta antes de que sea demasiado tarde", concluyó Qu, subrayando la urgencia de estas medidas para hacer frente a la creciente crisis mundial del hambre.