El Tribunal Administrativo Superior de Francia suspende la prohibición de etiquetar "filete" a los productos vegetales
El debate en curso en Francia sobre el etiquetado de alternativas cárnicas de origen vegetal ha llegado a un punto importante, ya que el más alto tribunal administrativo del país ha suspendido un decreto que pretendía prohibir términos como "filete" en este tipo de productos. El decreto inicial, promulgado por el gobierno en febrero, se refería a 21 términos relacionados con la carne, entre ellos "costilla", "jamón", "escalope" y "carnicero".
El decreto, cuya entrada en vigor estaba prevista para el 1 de mayo de 2024, se enfrentaba a dudas sobre su legalidad y aplicabilidad práctica. El Conseil d'État, el tribunal administrativo francés, expresó dudas sobre la legalidad de la prohibición, lo que provocó su suspensión a la espera de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la revisara.
Los críticos sostienen que tales prohibiciones podrían confundir a los consumidores y socavar los esfuerzos en pro de sistemas alimentarios sostenibles y saludables. Aunque las empresas cárnicas y lácteas han expresado su preocupación por la posible confusión de los consumidores, hay pocas pruebas que respalden sus afirmaciones.
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La iniciativa de Francia de prohibir los términos relacionados con la carne en los productos de origen vegetal es similar a la de Bélgica y a una propuesta rechazada por el Parlamento Europeo en 2021. A medida que aumenta el número de europeos que adoptan dietas vegetales por motivos de salud y medioambientales, se intensifica el debate en torno a la normativa sobre etiquetado.
Nicholas Schweitzer, director general de la innovadora empresa francesa de tocino vegano La Vie, denunció la prohibición propuesta como un "completo disparate", argumentando que contradice las prioridades oficiales de Francia de combatir el calentamiento global y promover el crecimiento industrial.
La suspensión del decreto refleja tensiones más amplias entre la industria alimentaria tradicional y la alternativa, y subraya la complejidad de regular los productos vegetales en un mercado en rápida evolución. Mientras las partes interesadas esperan nuevos avances jurídicos, el futuro del etiquetado de alternativas vegetales sigue siendo incierto en Francia y en toda la Unión Europea.
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