Biotecnología e investigación para la mejora del suelo
Este contenido se publicó originalmente aquí de Solena Ag Inc.
De un vistazo:
- La aplicación de soluciones tecnológicas innovadoras es esencial para garantizar la productividad del suelo y el bienestar del medio ambiente
- La investigación en edafología y la biotecnología proporcionan herramientas que ayudan a identificar los microorganismos responsables de la calidad del suelo.
- Conocer el estado del suelo significa tratarlo adecuadamente y abordar con eficacia sus posibles problemas
Innumerables problemas relacionados con la degradación del suelo y la contaminación causada por su mal uso y mala gestión se evitarían si todos conociéramos los suelos en los que cultivamos nuestros alimentos.1
La agricultura moderna se enfrenta a varios problemas, como la ineficacia de los productos agroquímicos, la baja productividad del suelo, la infertilidad, etc. Ante esta situación el mejor enfoque para encontrar una solución sólida es recurrir a la investigación de la ciencia del suelo para conocer cómo se originan estos problemas. Conocer el estado y los posibles cambios de las condiciones del suelo debe ser una prioridad para gestionarlo de forma eficaz y sostenible.2
Tecnología e investigación: un factor clave para la salud del suelo
En relación con estas cuestiones, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), insiste en que deben desarrollarse soluciones que puedan utilizarse de forma sencilla, económica y sostenible.3 Además, Inga Rhonda King, Presidenta del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, afirma que "[la aplicación de] la tecnología puede ampliar las alternativas y facilitar la aplicación de soluciones eficaces".4
En México, sin embargo, rara vez se aplica la investigación de suelos. Por ello, en Solena, decidimos vincular la investigación científica y el desarrollo agrícola práctico de forma que los productores puedan beneficiarse de su capital biológico. Nuestro trabajo consiste en introducir la investigación edafológica en la agricultura para aportar las soluciones clave que garanticen la salud del suelo y la productividad agrícola.
¿Cómo podemos sanar el suelo?
Conseguir un tratamiento eficiente de los suelos y planificar de forma responsable su sostenibilidad requiere disponer de datos relacionados con 5
- el papel que desempeñan los distintos nutrientes en las plantas
- la fertilidad del suelo
- las condiciones meteorológicas
- la cantidad y calidad de la materia orgánica de la capa superficial del suelo
En términos generales, la clave para conocer el estado de un suelo es observar la presencia de organismos vivos en élpara saber para qué se puede utilizar el suelo y qué problemas puede desencadenar.6 Dado que los microorganismos afectan directamente a la calidad del suelo, es primordial analizar su comportamiento para detectar cuáles de ellos son más beneficiosos.
De hecho, cada suelo contiene microorganismos diferentes, en un campo de cultivo se pueden encontrar varios tipos de bacterias, hongos o nematodos cada cierto número de pasos. Por ello, la investigación edafológica es vital para aportar soluciones que respondan a las necesidades de cada campo. En Solena sólo necesitamos muestras de suelo y nuestra metodología para iniciar la restauración de la salud del suelo.
Una solución personalizada
Para realizar un análisis microbiológico del suelo, es necesario determinar dos elementos que indican su calidad biológica: la diversidad y la abundancia. Aunque podamos pensar que cuanto más, mejor, a veces la abundancia de microorganismos puede traer ciertas complicaciones, porque significa que los suelos están afectados o que hay un desequilibrio entre los microorganismos.7
Probablemente ya sepamos que la materia no puede crearse ni destruirse; sólo puede transformarse. La principal función de los organismos vivos del suelo es aportarle nutrientes mediante la transformación de la materia orgánica..8 La edafología permite encontrar la cepa exacta que puede devolver el equilibrio al suelo y transformarlo en un producto capaz de rentabilizar el capital biológico.
Encontrar esa cepa es sólo la 50% parte de nuestro trabajo, la otra mitad consiste en desarrollar formulaciones que satisfagan las necesidades del suelo, así como la vida útil de los organismos vivos. También se tiene en cuenta el tipo de campo, si es al aire libre o en invernadero, así como los hábitos de riego del cultivo, el clima, etc. Como resultado, obtenemos un fermento totalmente personalizado y único.
Por último, garantizar la mejora continua de las condiciones del suelo, el seguimiento de su estado es de gran importanciade soluciones eficaces. Así, restaurando la salud de su suelo podrá rentabilizar su capital biológico para que aproveche su campo en cualquier época del año sin dejar de cuidarlo.
Beneficios de la investigación científica del suelo
Si a un enfermo se le administra cualquier medicamento sin conocer su estado de salud o la causa de su enfermedad, es posible que no se cure o incluso que empeore. Lo mismo ocurre con los suelos dañados: si no se conocen las condiciones del suelo ni el origen de sus daños, la aplicación de cualquier insumo agrícola no representará una solución completa, y a largo plazo puede causar más problemas.
Es posible conocer el estado del suelo y los microorganismos que lo habitan aplicando una metodología basada en la biotecnología. Esto facilita el tratamiento de los daños, ya que funciona exactamente en lo que impacta en el suelo. Esto beneficia enormemente a la nutrición del suelo y los cultivos, porque reciben lo que realmente necesitan para producir alimentos más limpios, sanos y nutritivos.
Disfrute de los beneficios que nos aporta la investigación de la ciencia del suelo integrando la innovación y la tecnología en su método de producción. Reduzca los problemas del suelo originados por los productos químicos cuidando conscientemente su suelo y protegiendo la naturaleza.
Referencias:
1, 5, 6, 7, 8 https://www.uaeh.edu.mx/investigacion/productos/4776/edafologia.pdf
2 http://www.fao.org/news/story/es/item/357165/icode/
3, 4 http://www.fao.org/news/story/es/item/1171338/icode
Referencias adicionales: