BCG: Una cuota de mercado de 50% por proteínas alternativas equivaldría a eliminar la mitad de los coches de gasolina

A nuevo informe publicado conjuntamente por Boston Consulting Group (BCG), The Good Food Institute (GFI) y Synthesis Capital, examina las lecciones que el sector de las proteínas alternativas puede aprender de la rápida evolución de los vehículos eléctricos. El informe subraya los importantes paralelismos entre estos dos sectores, ambos clave para abordar las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y transformar las industrias tradicionales.

Las proteínas alternativas, incluidos los productos cárnicos vegetales y cultivados, son prometedoras como alternativas sostenibles a la ganadería convencional, que actualmente contribuye con entre 15% y 20% a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, por encima de las de los turismos. El informe subraya que si las proteínas alternativas captaran la mitad del mercado mundial de proteínas, incluidos los productos lácteos, podrían mitigar 5 gigatoneladas de equivalentes de CO2 al año, lo que equivaldría a retirar de las carreteras 50% de coches de gasolina.


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A pesar de este potencial, la industria de las proteínas alternativas se enfrenta a importantes retos para lograr una adopción generalizada. Mientras que los vehículos eléctricos pasaron de representar menos de 0,2% de las ventas totales de coches nuevos en 2012 a 18% en 2023, las carnes vegetales han tenido dificultades para captar más de 1% de las ventas totales de carne en dólares en el comercio minorista estadounidense en los últimos cinco años.

Una disparidad crítica radica en el apoyo gubernamental y la inversión privada. Las VE se beneficiaron en todo el mundo de aproximadamente 1.400 millones de PTT en subvenciones directas a la compra, mientras que la industria de las proteínas alternativas sólo recibió 1.435 millones de PTT en ayudas públicas en 2022. Este marcado contraste en el respaldo financiero inhibe la innovación, la ampliación y la competitividad frente a los productos cárnicos tradicionales.

El informe reclama un mayor respaldo normativo para impulsar el sector de las proteínas alternativas. Las iniciativas de países como EE.UU., Dinamarca, Israel, Singapur y Corea del Sur para establecer marcos políticos para las proteínas cultivadas y derivadas de la fermentación indican un apoyo normativo inicial. Sin embargo, un apoyo sostenido y reforzado es esencial para hacer realidad todos los beneficios económicos, medioambientales y de seguridad alimentaria de la industria.

Elfrun von Koeller, socia de BCG y coautora del informe, subraya la necesidad de esfuerzos de colaboración entre empresas privadas, gobiernos e inversores para construir un sistema alimentario resistente y sostenible. Basándose en las enseñanzas extraídas de la trayectoria del sector de los vehículos eléctricos, aboga por inversiones estratégicas y marcos políticos que faciliten la adopción por parte de los consumidores abordando los retos del sabor, el precio y la accesibilidad.

Emma Ignaszewski, del Good Food Institute, subraya que, al igual que los vehículos eléctricos ofrecen una transición directa hacia el transporte sostenible, las proteínas alternativas prometen un cambio comparable en el sector alimentario sin cambios de comportamiento significativos. Para que las proteínas alternativas sean competitivas en costes y respondan a las preferencias de los consumidores, es fundamental conseguir financiación pública, algo crucial para la innovación en los vehículos eléctricos.

Rosie Wardle, cofundadora de Synthesis Capital, destaca el creciente reconocimiento gubernamental del potencial de las proteínas alternativas para cumplir los compromisos climáticos, garantizar la seguridad alimentaria y estimular el crecimiento económico. Sin embargo, es imprescindible un apoyo sostenido para que el sector pase de su estatus "alternativo" a la adopción generalizada.

El informe insta a las partes interesadas a aprovechar las estrategias de éxito de la industria de los VE -innovación, políticas de apoyo e inversiones sustanciales- para acelerar la adopción de proteínas alternativas. De este modo, pueden catalizar un cambio transformador hacia un sistema alimentario mundial sostenible y seguro.

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